Cuando pensamos en Cameron Diaz todos pensamos en la actriz de Hollywood pero lo cierto es que desde 2018, esta ya no es su profesión o, por lo menos, no en activo. Cameron anunció su retirada oficial del mundo del cine hace ya tres años y ahora se dedica a otro fructífero negocio.
Su flequillo en ‘Algo Pasa con Mary’ o su gran estreno en 1994 con ‘La Máscara’ junto a Jim Carrey suponen hitos de su carrera y del celuloide en general. Cuando Cameron se enamoró de ese hombre verde neon tenía solo 22 años pero enamoró de tal manera al público que nunca dejó de protagonizar otros grandes títulos.
En poco tiempo y demostrando con creces su talento, Cameron Diaz amasó una fortuna que hoy le permite vivir la vida familiar, relajada y holgada económicamente que toda persona puede soñar retirándose con tan solo 46 años.
Desde su primera película en la que cobró 400.000 dólares (que ya es un dineral) hasta sus grandes éxitos como ‘Los Ángeles de Charlie’ donde cobró 12 millones de dólares tan solo transcurrieron seis años pero su caché subía como la espuma.
La chica tierna de ojos azules y apariencia alocada pero inocente es una gran guerrera en la vida real y no permite que la prensa se inmiscuya en sus asuntos amorosos, familiares ni personales más allá de lo estrictamente necesario y eso la ha llevado a tener algunas trifulcas con paparazzi que han cruzado su línea roja personal.
Cameron ha compartido su vida con estrellas de la talla de Matt Dillon, Jared Leto o Justin Timberlake pero todo eso ya es historia porque el verdadero hombre de su vida es Benji Madden, cantante de Good Charlotte al que conoció mediante su amiga Nicole Richie que, además, está casada con su gemelo Joel Madden.
Benji y Cameron se casaron en 2015, tres años antes de que ella se retirara, y lo hicieron por un rito judío y en la más estricta intimidad. Cuatro años después de esta boda llegaría al mundo su hija Raddix que llegó a este mundo cuando la actriz tenía 47 años.
Actualmente la familia vive una vida relajada en su mansión de Beberly Hills y es que la fortuna de la artista asciende a 140 millones de dólares. Aún pudiendo vivir tranquila toda la vida con este dinero en el banco, Cameron decidió emprender con el vino, un vino de España.